11.9.06

¿por quién doblan las campanas?

Hemingway tomó estos versos del poeta inglés John Donne para prologar su libro más famoso: No man is an island,/ Entire of itself./ Each is a piece of the continent,/ A part of the main./ If a clod be washed away by the sea,/ Europe is the less./ As well as if a promontory were./ As well as if a manner of thine own/ Or of thine friend's were./ Each man's death diminishes me,/ For I am involved in mankind./ Therefore, send not to know/ For whom the bell tolls,/ It tolls for thee. (Nadie es una isla completo en sí mismo. Cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti).

Sabemos del poder de los medios de comunicación en nuestros días. El poder de una imagen, o mil imágenes, o mil cámaras desde distintos puntos de la ciudad, viendo como arde Babilonia, los rascacielos, las torres de la arrogancia. No hay cámaras en Vietnam. No hay cámaras en Irak. No hay cámaras en Afganistán. No hay cámaras suficientes en el tercer mundo. La muerte de cualquier hombre me disminuye, es cierto. Por lo tanto, ¿vale más la vida de un norteamiericano con sus Nike, su polo Ralph Laurent, sus Dockers, su traje Armani, que la vida de un afgano con los pies descalzos, con su turbante, con su ropa sucia? ¿Vale más la vida de un ejecutivo del World Trade Center que la de un campesino de Camboya? ¿Vale más la vida de una secretaria de las torres gemelas que la de una mujer irakí con 7 hijos?

Hiroshima, Nagasaki, Corea, Camboya/Viet-nam, Chile, Nicaragua, Líbano, Irak, Afganistán... Millones de muertos a manos de los Estados Unidos de América. Millones de muertos por la fe y por la bendición de Dios. GOD BLESS AMERICA. ¿Y a los demás que nos jodan?

Que celebren el día de sus héroes, el día de sus mártires. ¿Para cuando un recuerdo a sus víctimas, las que ellos mataron? La muerte de cualquier hombre me disminuye, también la muerte de inocentes en Nueva York. Pero siguiendo esos versos de John Donne, ¿cuánto se habrán empequeñecido los americanos que han matado o han apoyado la muerte de millones de seres humanos a lo largo de todas las guerras que ellos mismos han creado?

Mi recuerdo hoy para los muertos a manos de Estados Unidos.

Hiroshima, Nagasaki, Corea, Camboya/Viet-nam, Chile, Nicaragua, Líbano, Irak, Afganistán: las campanas que doblan hoy en Nueva York, en el fondo están doblando por vosotros.

5.9.06

si lo llego a saber...

Te dicen que te quieren pero actúan con egoismo, a su interés, a su bola, en el fondo no te quieren. Tratan de manejarte, manipulan tu vida, te chantajean, no hagas esto, yo no lo haría, no te vayas, no me dejes solo, qué haría sin ti... Pero te gritan, te insultan, te humillan, se ríen de ti, critican tus gustos, tu forma de vida, piden comprensión pero son ellos los primeros en no hacer el esfuerzo por comprenderte. Se sirven del chantaje emocional sin conciencia. Se aprovechan de tu buena voluntad. Y, ¿cómo no?, son los reyes del REPROCHE. En el fondo el mundo está atestado de gente así. Pero si alguien te maltrata de este modo y es un desconocido, siempre te queda la excusa de poder decir que era un extraño o que era un hijo de puta de tantos que te has cruzado y que te cruzarás por la vida. Pero cuando una persona te maltrata desde tu propia familia, desde dentro, te quedas bloqueado, no sabes qué hacer, dudas de si realmente te quiere. Y, erróneamente, cuando crees que nadie te quiere, la tendencia es la autodestrucción: bebes, fumas, te drogas, intentas evadirte, malgastas dinero en trapitos y maquinitas, robas, juegas, te pasas el día durmiendo para no tener que aguantarles, piensas en huir, piensas en el suicidio. Craso error la autodestrucción. Es un error que no somos capaces de ver porque estamos heridos y la sangre oculta el horizonte, la verdad. Y la verdad es que nadie merece que tires tu vida por la borda. Que la tiren ellos, que son más despreciables, que se destruyan ellos, que tú ya has hecho muchos esfuerzos por llegar hasta aquí. No abandones ahora.
(Nadie que te trate mal merece la pena ni de estas líneas. Pero tenía que contarlo. Como lector, aguanto muchas penas, amarguras, problemas de otros, ¿por qué no me voy a permitir un desahogo como escritor? Gracias, amable lector, por tu comprensión.)

Lo mejor es irse, rápido, cuanto antes, así empezarás a aprender más deprisa. Porque en casa se puede aprender ya muy poco. Fuera, pueden darte por culo muchas veces, pero hasta un desconocido puede enseñarte más que un familiar. La vida premia a los audaces.

No son capaces de ponerte una silla y una mesa para que puedas estudiar, no saben apreciar una joya de inteligencia, talento, constancia, y mimarla hasta el final, para que dé su fruto (incluso ése es otro pensamiento egoista y no son capaces ni de prever, ¡pobres ignorantes!). No son capaces de dejar de dar gritos hasta para pedir un trozo de pan. No son capaces de apagar las 4 teles de la casa para que puedas preparar los exámenes. No son capaces de llevarse bien por un maldito día (¡cómo van a ser capaces de llevarse bien las 3 semanas que duran los exámenes!). Luego te reprochan: ¿por qué no acabaste tu carrera? ¡Eras tan inteligente! (¡cómo si lo hubiera dejado de ser!). Y entonces te arrepientes de haber sido tan sensible, tan amable, tan comprensivo con su ignorancia, y no haber cogido la puerta y marcharte antes. Y que se pudrieran con su amargura.

1.9.06

mañanas de finales de agosto, principios de septiembre

qué raras se me hacen estas mañanas de verano de finales de agosto y principios de septiembre. yo era un niño de unos 6 años cuando empecé a odiar estas mañanas de olor a acacia y demasiado fresco para mi tan delgada constitución. por esta época tocaba la revisión anual de mi operación del brazo. salía con mi madre muy pronto, quizá las 7 y pico, ella con su chaqueta de punto azul marino con rayitas blancas en los bordes y en los puños (nunca olvidaré esa chaqueta) y yo cogido de su mano con pantalones cortos y una chaqueta que odiaba, también de punto, a veces roja, otras verde. no me extraña que así vestido tiritase hasta que entraba en calor camino del autobús, que además quedaba bastante lejos. los primeros recuerdos son niños en la sala de espera, niños con sus madres en las cabinas, desvistiéndose para hacernos unas fotos de los huesos que, entonces aprendí, se llamaban radiografías. nunca olvidaré a un chaval de unos 15 años gritando de dolor. creo que le estaban dando quimioterapia o radioterapia y el chico aullaba y lloraba. era tremendo, se me quedó grabado para siempre, ese día pensé que también a mí me harían aquello, pero mi madre me dijo que no, que ese chico gritaba así porque estaba muy enfermo. nadie debería gritar así nunca, ni cuando se acercase la muerte -a la muerte creo que habría que recibirla como un viejo amigo a la puerta de tu casa al que sólo puedes ofrecerle un café-.
aquellas revisiones me dejaban un poso de melancolía enorme ya desde pequeño, de rabia, de impotencia, sabiendo que nunca iban a corregir mi parálisis. PBO se llama técnicamente: parálisis braquial obstétrica. a los 10 años querían volver a operarme del codo o de la muñeca, cortar de nuevo tendones para poder dar el giro que no tenía en el brazo. afortunadamente lo dejamos pasar, como una mala noticia que no quieres haber escuchado. afortunadamente digo, porque hubiera sido otra carnicería propia de los cirujanos. hace un par de años, tuve la oportunidad de hacer un viaje con Carlos Gardeta, neuropsicólogo, director de los Institutos Fay, para la rehabilitación neuronal y sensitiva. gran hombre que a los 40 años era un broker agresivo de la bolsa y que, cuando nació su hijo con una parálisis general del cuerpo, dejó todo, se puso a estudiar psicología, se doctoró y se hizo heredero de la teoría de Fay: la parálisis de un miembro no viene dada por culpa del mismo, sino porque no existe la red neuronal desarrollada en el cerebro. razón por la que mediante una serie de ejercicios con fisioterapeutas y osteópatas, se puede llegar a crear la red neuronal necesaria en el cerebro para que el miembro se pueda mover. y su hijo hoy tiene 23 años y hace una vida perfectamente normal. él me explicó que mi caso hoy en día se regenera mediante fisioterapia, no mediante bisturí. y que una vez cruzados los tendones mediante cirujía, de poco sirve crear esas redes neuronales. habría que deshacer la primera operación. qué tremendo, cómo avanza la medicina, afortunadamente.
luego a los 14 años decidí que no iba a volver a ninguna revisión. que ya estaba harto de pasar frío en aquellas mañanas de verano para escuchar a los doctores diciéndome que podrían intentar otra nueva cirujía. decidí que podría vivir con ello, que me había adaptado a ello. que el deporte, y en especial la natación, me ayudarían lo suficiente como para evitar los dolores de espalda.
y ya nunca volví a pasar ese frío nervioso de las mañanas de finales de agosto, principios de septiembre.