es la mezcla de pájaros hablando con ruedas al fondo lo que me está acercando a la locura.
si hubiera aprendido antes la tabla del 7, seguro que no estaría ahora huyendo de tu pobreza. no es una cuestión de escamas litográficas, más bien de aire nuevo en tu pecho. no te ofendas, pero vuelas demasiado alto para una cena de sábado noche. vuelve entonces cuando quieras, pero no esperes encontrar mi casa roja en condiciones. el oxígeno va consumiendo cada pedazo de carne; es su ley, no mi elección.
así llega esta hora de la tarde donde aniquilan a los corderos. un charco de sangre, tu cabeza en la mano y empiezas a llorar.
todo recuerdo sirve para ser manipulado.